Abscesos en gatos: causas, síntomas y tratamiento

Abscesos en gatos: causas, síntomas y tratamiento

gato con abscesos

Los abscesos son comunes en los gatos. Este artículo tiene como objetivo explicar todo sobre los abscesos, incluidas las posibles consecuencias para la salud de tu gato.

Descripción rápida: abscesos en gatos

Síntomas comunes : Hinchazón, dolor, secreción (pus, sangre o ambos), hinchazón de la piel, fiebre, cojera en una pierna afectada Requiere medicación continua : No Vacuna disponible : No Opciones de tratamiento : Por lo general, bajo sedación, se punzarán (abrirán) los abscesos cerrados para drenarlos y limpiarlos. Los abscesos abiertos se lavarán y limpiarán. Los medicamentos incluyen antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos. Remedios caseros : Las compresas tibias ayudan a drenar los abscesos. Enjuague o limpie con una solución antiséptica estéril proporcionada por un veterinario (no use alcohol).

¿Qué es un absceso?

Un absceso es una acumulación de pus debajo de la piel, que provoca una hinchazón llena de líquido, a veces denominada bolsa de pus. Los tejidos adyacentes a esta hinchazón suelen estar descoloridos, inflamados y dolorosos.

¿Qué causa un absceso?

Un absceso se desarrolla cuando infección bacteriana De alguna manera se introduce debajo de la piel. Las bacterias se multiplican, lo que hace que el sistema inmunológico del animal responda con inflamación, y esta reacción genera pus líquido, lo que provoca que se desarrolle la hinchazón del absceso.

El pus es un líquido opaco, espeso, amarillo, verde, marrón o rojizo, maloliente, formado por glóbulos blancos y bacterias mezclados con desechos generales y líquido que se filtra desde los vasos sanguíneos circundantes y otros tejidos corporales.

En los gatos, un absceso suele ser causado por una pelea de gatos. Dientes de gato y las garras albergan bacterias, y si un piel de gato Si se perfora en una pelea, estas bacterias se inyectan debajo de la superficie de la piel. Las defensas del cuerpo se reúnen para protegerlo contra las bacterias y el resultado es la acumulación de pus a lo que nos referimos como absceso.

Otra causa menos común de abscesos son los abscesos dentales, en los que el conducto radicular del diente queda expuesto y provoca un absceso de la raíz del diente.

En raras ocasiones, también se pueden observar abscesos dentro de una cavidad corporal, por ejemplo, después de una cirugía o después de una herida de penetración de algún tipo.

¿Cuáles son los signos de un absceso?

Hay cinco signos principales de un absceso:

  1. Una hinchazón en la piel, que afecta más comúnmente a la cabeza, el cuello, las extremidades, la cola o la parte baja de la espalda.
  2. Piel suprayacente descolorida (p. ej., amarillenta, violácea, enrojecida)
  3. Una herida punzante o una pequeña costra en la piel en el área del absceso; Podría estar supurando pus de esto.
  4. El área alrededor de la hinchazón suele ser dolorosa (por ejemplo, el gato puede estar cojeando)
  5. El gato puede actuar de forma apagada y poco aparente; una temperatura alta (fiebre) comúnmente acompaña a un absceso

¿Cómo diagnostica un veterinario un absceso?

1. Toma de historial detallada

gato con abscesos durmiendo

Su veterinario tomará un historial detallado del estilo de vida y la rutina de su gato para intentar determinar qué está pasando.

Su veterinario analizará todos los aspectos del estilo de vida de su gato y revisará su salud general. Muchos factores son importantes en esta historia. Por ejemplo, los gatos mayores son más propensos a ciertos problemas que los gatos más jóvenes, los gatos que viven en libertad son más propensos a sufrir abscesos que los gatos que viven solo en interiores y los gatos que se sabe que pelean con otros gatos tienen mayor riesgo.

2. Examen físico

Cualquier investigación de cualquier problema en un gato comienza con un examen físico cuidadoso y exhaustivo de su mascota. Su veterinario revisará cuidadosamente todo el cuerpo de su gato, palpará al gato por todas partes y comprobará si hay alguna anomalía.

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Esto normalmente incluirá tomar el temperatura del gato , escuchando su pecho con un estetoscopio y pesando al gato. Se inspeccionará de cerca el área hinchada y se puede cortar el pelaje que lo recubre, de modo que se pueda ver claramente la superficie de la piel.

3. Análisis de sangre y orina de rutina

Su veterinario puede o no realizar análisis de sangre, incluido el panel habitual de pruebas de diagnóstico, como hematología (recuento sanguíneo) y perfiles bioquímicos (incluidos electrolitos). También se pueden recomendar pruebas simples de análisis de orina.

Este tipo de análisis se conoce como base de datos mínima y se lleva a cabo para revisar la mayoría de los gatos enfermos, independientemente de los signos de enfermedad. Proporciona información general importante sobre la salud de su gato.

Análisis de sangre específicos contra virus de la leucemia felina (FeLV) y virus de la inmunodeficiencia felina (FIV), ya que estos virus a veces están relacionados con una mayor incidencia de abscesos en algunos gatos.

4. Otros trabajos de laboratorio

Se puede recolectar una muestra de pus y enviarla al laboratorio para realizar un cultivo bacteriano, incluida la determinación de la sensibilidad a diferentes antibióticos. Normalmente esto no se lleva a cabo, pero hay circunstancias en las que un veterinario puede considerar que es apropiado.

Se puede aislar una de un gran número de especies bacterianas específicas, como fusobacterium, clostridium, bacteroides, corynebacterium, pseudomonas, mycoplasma, nocardia, actinomyces, pasteurella multocida, bartonella, escherichia coli, estafilococo , estreptococo, u otras personas.

Diferentes bacterias pueden requerir diferentes instrucciones de tratamiento utilizando antibióticos específicos, según corresponda.

5. Pruebas adicionales

Rara vez se pueden recomendar otras pruebas, como radiografías (rayos X) y exámenes de ultrasonido, para visualizar diferentes partes del cuerpo de su gato si el absceso parece complicado por la participación de otras estructuras de alguna manera.

¿Cuánto cuesta tratar a un gato con un absceso?

veterinario revisando gato

Su veterinario tomará los signos vitales de su gato y palpará todo su cuerpo durante el examen.

El costo del tratamiento de un absceso depende completamente de la ubicación y la gravedad del absceso. Podría ser menos de 0 si un gato tiene un absceso simple y fácil de tratar o más de 00 si un absceso es inusualmente complicado.

¿Cómo se tratan los abscesos?

El tratamiento de los abscesos implica primero recortar el pelaje alrededor del absceso para evitar la acumulación de secreciones infectadas. A continuación, el veterinario pinchará el absceso para permitir que el pus drene de forma eficaz. Esto suele requerir sedación o anestesia general.

Una vez que se ha punzado el absceso y se ha drenado el pus, la cavidad del absceso a menudo se limpia con solución salina estéril. Es importante permitir el drenaje continuo del pus recién producido. A veces, basta con pinchar el absceso, pero en otros casos, se puede insertar un drenaje de goma de látex y mantenerlo en su lugar mediante suturas. El drenaje suele permanecer colocado de dos a cinco días.

Es necesaria una limpieza regular alrededor del área de la abertura del absceso para evitar la acumulación de pus y desechos en el área. Generalmente se recetan antibióticos adecuados para prevenir la multiplicación continua de bacterias. Siempre se debe administrar alivio del dolor a los gatos con abscesos, ya que pueden ser muy dolorosos.

Su veterinario podría recomendarle un cuello isabelino para evitar que tu gato traumatice la zona lamiendo o masticando, y para asegurar que no retire un drenaje si lo ha puesto.

Dependiendo de la zona donde viva, su veterinario podría comprobar el estado de vacunación contra la rabia de su gato, porque la rabia se transmite a través de mordeduras.

Monitoreo y pronóstico

gato de limpieza veterinaria

Su veterinario querrá ver a su gato para volver a revisarlo y asegurarse de que el absceso se esté curando adecuadamente.

El grado de seguimiento necesario depende de cada caso individual, pero en general, los gatos con abscesos necesitan controles de seguimiento periódicos (por ejemplo, cada dos o tres días) por parte de su veterinario para garantizar que se esté curando, hasta que hayan vuelto completamente a la normalidad. Los controles exhaustivos garantizan que la recurrencia sea menos probable.

El pronóstico de los abscesos es generalmente bueno, pero tu propio veterinario podrá darte la mejor respuesta a esta pregunta.

En resumen

Los abscesos son comunes en gatos que pasan tiempo al aire libre, generalmente después de peleas de gatos y mordeduras. Son un problema grave pero suelen responder bien a un tratamiento sencillo por parte de su veterinario.

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Preguntas frecuentes

¿El absceso de un gato se curará por sí solo?

Un absceso en un gato puede llegar a curarse de forma natural, pero esto puede llevar muchas semanas y su gato sufrirá durante este período, con el riesgo de sufrir complicaciones graves. Por este motivo, siempre se debe buscar la ayuda profesional de un veterinario cuando un gato presenta un absceso.

¿Cómo se trata un absceso en un gato?

Primero, el veterinario cortará el pelo alrededor del absceso. En segundo lugar, cortarán el absceso para permitir que drene el pus. En tercer lugar, su veterinario establecerá un drenaje continuo de pus del absceso. A continuación, proporcionarán una cobertura antibiótica para evitar el crecimiento continuo de bacterias en el absceso. El alivio del dolor es otra parte importante del tratamiento de los abscesos.

¿Puede un gato sobrevivir a un absceso?

Los abscesos no suelen poner en peligro la vida, pero el tratamiento oportuno es importante para garantizar que no se compliquen más de lo habitual. Un absceso no tratado tiene el potencial de crear una amenaza significativa para la vida y el bienestar de un gato.

¿Qué puede causar un absceso en un gato?

Los abscesos en gatos suelen ser causados ​​por mordeduras de gato o rasguños después de peleas con otros gatos o, a veces, con perros. Hay muchas otras causas posibles, desde pequeños cuerpos extraños (como semillas de pasto) hasta heridas punzantes del entorno (por ejemplo, estar sobre un objeto punzante).